NEUTROGENA^® RUTINA PARA PIELES MIXTAS A GRASAS

Seguramente llegaste a este artículo queriendo descubrir qué es lo que pasa con tu piel, cómo debes cuidarla y, sobre todo, cómo identificar el tratamiento adecuado de acuerdo a su condición. En apariencia tu piel puede ser grasa porque a veces sientes cómo se acumula la grasa en tu rostro, pero a su vez también la sientes seca de algunas zonas, es muy confuso ¿no crees? Sabemos que alrededor del cuidado correcto para tu piel pueden surgir un sinfín de preguntas, por eso, te ayudaremos a conocerla mejor y a darte algunas de las respuestas que probablemente necesitas.

Para empezar, debes de saber qué es lo que diferencia una piel mixta de una piel grasa. Por un lado, la piel mixta se caracteriza por presentar mayor acumulación de grasa en la zona T (frente, nariz y barbilla) pero menor hidratación, e incluso una ligera descamación en el resto del rostro como las mejillas. Las razones por las que tu piel puede presentar esta condición pueden deberse desde la combinación genética de tus padres, la equívoca combinación de productos para el cuidado de la piel, la distribución irregular de glándulas sebáceas sobre la superficie de la piel, o bien la pérdida o almacenaje deficiente de agua en las zonas secas.

Por otro lado, la piel grasa se refiere a aquella en la que hay una visible apariencia de brillantez con poros dilatados en todo el rostro y no solo en la zona T. La presencia excesiva de sebo puede propiciar condiciones óptimas para la aparición de lesiones inflamatorias, espinillas y puntos negros. Es importante que sepas que aunque la piel produce grasa de forma natural para combatir la sequedad y a los agentes externos, la piel grasa responde a una sobreproducción de este sebo.

Ahora que ya conoces a detalle a qué nos referimos cuando hablamos de piel mixta o grasa, seguro pensarás que su cuidado implica una cantidad de pasos y tickets muy costosos, pero debes de saber que una vez que ya determinaste cuál es tu tipo de piel, es mucho más sencillo cuidarla.

En el caso de la piel mixta, es normal preguntarte qué debes y no debes utilizar. Para empezar, es esencial que la limpies diariamente con productos sin aceites, espumosos, pero suaves y que no sean abrasivos. Para la hidratación, el Ácido Hialurónico es tu mejor aliado, además debes elegir un producto que la trate sin hacerla demasiado pesada, por ello, un hidratante con textura ligera permitirá que esta respire y no la agobie. Además, no olvides que la protección solar es un paso que no puede faltar en tu rutina, así que debes elegir un protector cuyo Factor de Protección Solar sea mínimo de 50.

Para la piel grasa, debes limpiar con un producto que funcione como un seborregulador que ayude a regular la producción de grasa y la limpie a profundidad, un compuesto esencial para esta función es el Ácido Salicílico o el Ácido Glicólico. La clave aquí nuevamente es buscar productos que sean oil free y no comedogénicos, o sea, productos (no grasos) que sean libres de aceites y lípidos. La hidratación es un paso que sí o sí debe estar en tu rutina, y hacemos especial hincapié en esto porque es muy común creer que porque la piel es grasa, no necesita humectación, y eso es un gran error. Elige cremas ligeras o texturas en gel y no olvides que la protección solar facial también es pieza clave, por ello debes optar por una alternativa de amplio espectro que, además de protección, también tenga control de oleosidad. Puede parecer complejo, pero te aseguramos que es más sencillo de lo que parece. Olvídate de las preocupaciones y atrévete a lucir una piel visiblemente saludable y protegida con las Rutinas con Ciencia de Neutrogena^®.